Seguridad para Promotoras

Desde el inicio de la crisis, cada vez hay más familias desahuciadas, sin recursos o jóvenes que se han decidido a ocupar de forma ilegal inmuebles vacíos. No sólo se ocupan pisos de propietarios particulares, sino que va en aumento y podría llegar a ser masivo el fenómeno de la ocupación de viviendas vacías que no han logrado ser comercializadas por promotoras o bancos.

Los empresarios del sector de la promoción son ahora mismo conocedores de los riesgos que se corren si las promociones de vivienda no son vendidas o entregadas a finalización de obra. Es por ello que muchos promotores ya han empezado a contratar servicios de vigilancia para disuadir a posibles okupas.

En muchos casos, se están contratando sistemas de videovigilancia para cada una de las viviendas a proteger, pero el sistema que ofrece la mejor solución para proteger inmuebles, edificios, urbanizaciones vacías o a medio construir contra los okupas, sigue siendo la vigilancia activa.

Ofrecemos un servicio completo de seguridad privada para promotoras, tanto de edificios como de urbanizaciones, que le garantiza la máxima tranquilidad y la seguridad de que con nuestro servicio de vigilancia se va a actuar de forma inmediata para evitar la ocupación. Nuestros vigilantes se desplazarán diariamente en distintas franjas horarias para supervisar el estado de cada uno de los pisos o viviendas, tanto en el exterior como en el interior, estancia por estancia, comprobando todos los elementos, posibles accesos y asegurando el correcto estado de la propiedad.

Diariamente se entregará un Informe de Incidencias, detallando el resultado de la inspección de todos los puntos críticos de cada una de las viviendas bajo protección. En caso de encontrar signos de intento de intrusión o de intrusión real, se seguirá el protocolo dando el aviso de inmediato y pudiéndose entonces tomar medidas para custodiar la propiedad ante cualquier posible incidente posterior o proceder a solicitar ayuda de las Fuerzas de Seguridad Pública, que se presentarían de inmediato en el lugar del incidente, colaborando en los trámites para desalojar a los ocupantes ilegales.

Un servicio de vigilancia privada siempre es más barato, más rápido y menos complicado que un proceso judicial que puede alargarse mucho en el tiempo hasta que se consigue el desahucio de los okupas, que en muchas ocasiones ya han tenido tiempo sobrado de ocasionar daños importantes en la propiedad ocupada.